dijous, de desembre 31, 2009

El sol de la tarde

Esta habitación, qué bien la conozco.
Han alquilado ahora este cuarto y el de al lado
para oficinas. Toda la casa ha sido
devorada por oficinas, y comercios, y Compañías.

Oh qué familiar es esta habitación.

Una vez aquí junto a la puerta hubo un sofá,
y delante de él una pequeña alfombra turca:
y luego el anaquel con dos floreros amarillos.

Y a la derecha; no, frente a ellos, un armario de espejo.
Y aquí, en el centro, la mesa donde él se sentaba a escribir;
y alrededor de ella las tres sillas de mimbre.
Y junto a la ventana el lecho
en que tan a menudo nos amábamos.

Aquellos muebles deben andar por alguna parte.

Y junto a la ventana el lecho;
el sol de la tarde llegaba hasta el centro de la cama.

...A las cuatro de la tarde nos separamos,
por una semana solamente... Jamás
pensé que duraría para siempre.

Konstantino Kavafis (1919)

1 comentari:

Anònim ha dit...

"Guardame en un recuerdo que no haya estado."


(Contigo me sucede todo el Tiempo).