divendres, de gener 08, 2010

El periodismo, siendo literatura, se dirige al hombre inmediato y al día que pasa. Tiene la fuerza directa de las artes inferiores pero humanas, como el canto y la danza; tiene la fuerza ambiental de las arts visuales; tiene la fuerza mental de la literatura, porque es de hecho literatura. Como, sin embargo, su fin no es otro que el de ser literatura en el día, o en pocos días o, cuando mucho, en una breve época o corta generación, vive perfectamente conforme a sus fines.
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La religión y el periodismo son las únicas fuerzas verdaderas. Cuando se dice que el periodismo es un sacerdocio, se dice bien, pero el sentido no es el que se atribuye a la frase. El periodismo es un sacerdocio porque tiene la influencia religiosa de un sacerote, no es un sacerdocio en el sentido moral pues no lo hay, ni puede haber, moral en el periodismo que sirve al momento que pasa, en el cual ni cabe, ni puede caber, moralidad.

F. Pessoa, Sobre literatura y arte.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Influencia... y poder de representar aquello que no se sabe bien qué es...